“Estamos adaptando nuestra cafetería que fue orientada a fumadores, ahora a la familia, a niños, y gente con guaguas”, indica Marcelo Cisternas, administrador de la cafetería “Té quiero café”, ubicada en Coyhaique.
3 de Abril de 2013, Coyhaique, Aysén. (El Divisadero)_Desde el 1 de marzo, los clientes del comercio gastronómico han tenido que dejar la habitual experiencia de fumar con un café o un trago en la mano. La nueva Ley de Tabaco prohibió fumar al interior de cualquier recinto cerrado de acceso público.
Si bien, antes de entrar en vigor la normativa existían distintas opiniones respecto del comportamiento futuro de los fumadores, la mayoría coincidía en la necesidad de realizar esfuerzos para adecuarse a las nuevas exigencias.
La mayor parte de los restaurantes, pubs y discotecas de Coyhaique no cuentan con espacios para fumadores al aire libre o terrazas con techo no pegado a la pared, por lo que muchos tuvieron que comenzar a planificar modificaciones a sus espacios o simplemente, cambiar de oferta.
Es el caso de la cafetería Té quiero café, ubicada en calle Dussen. Marcelo Cisternas, administrador del local indica que está “adaptando nuestra cafetería que fue orientada a fumadores, ahora a la familia, a niños, gente con guaguas”.
Los cambios abordan diversos factores como el horario, los espacios y la oferta gastronómicas. Cisternas cuenta que, por ejemplo, “tuvimos que modificar nuestra carta para abrir productos a los más niños, como helados o leche con plátano”.
Del mismo modo, los clientes que llegaban temprano en las mañanas, en las primeras horas de trabajo a tomar un café acompañado de un cigarro ya no están. “El cambio de ley ayudó a reforzar un cambio de horario nuestro, en el sentido de abrir un poco más tarde, en relación a antes de que entrara en vigor la ley. Ahora abrimos una hora más tarde, porque hemos detectado que antes de las diez de la mañana es poca la afluencia de público”, explica.
Balances distintos
En resumen, para este empresario, “el balance ha sido positivo en el sentido de que las ventas se han mantenido. Incluso, muchos días han mejorado, producto de que la apertura a los miembros de la familia implica tener mayores consumos ya que vienen niños y adolescentes. Ha sido bueno tener un ambiente libre del humo de tabaco. Se siente mejor el aroma de nuestros cafés, la pastelería y los sándwiches”.
Incluso, los clientes han hecho comentarios positivos respecto de que el clima dentro del espacio es “más agradable”.
Diametralmente opuesta es la opinión de Nora Torres, propietaria del Café Confluencia, quien indica que “bajaron considerablemente las ventas”.
Respecto de modificaciones, lo más destacable es la construcción de una terraza techada no pegada a la pared, para enfrentar el vecino invierno. “Estamos construyendo afuera. Es un dineral levantar un techo, pero lo estoy haciendo porque bajaron las ventas”, asume.
“Antes tú optabas. Si querías fumar ibas a un lugar de fumadores. Si no querías fumar ibas a otro lugar. Ahora están fumando en sus casas, frente a sus hijos. La ley es media rara”, indica esta empresaria. “Los clientes opinan lo mismo. Si yo quiero fumar, por qué me van a prohibir”, cuestiona.
De todas formas, reconoce que “la gente está respetando la ley” sin poner objeciones. De todas formas, mucha de la clientela fiel a horarios como la mañana o después de almuerzo ya no llega al local comercial.
Pubs y discotecas
Uno de los locales más concurridos durante la noche es el pub y discoteca Piel Roja que, según su propietario, Till Schafer, no ha sufrido mermas en su primer mes. Si bien, contablemente no se puede hacer un balance económico del comportamiento de las finanzas, “a nivel de clientes y trabajadores fue muy bueno, porque la calidad del aire ha mejorado un 200%”, indicó.
El empresario además, destacó que el clima jugó un papel preponderante en este primer mes de vigencia de la ley, pues los clientes no tienen problemas en fumar en la calle, afuera del local.
Sin embargo, la proximidad del invierno hace necesario tirar líneas respecto de futuros proyectos. “No es fácil, porque el espacio es bien acotado. Tenemos la posibilidad de construir una terraza en el segundo piso en el sector del patio, pero eso significa una inversión grande que recién estamos analizando”, afirma Schafer, evidenciando que el tema significará nuevas dificultades al sector.
Nuevos problemas
Además, el empresario reconoce que existe preocupación respecto de quienes fumen en la vía pública acompañado de un trago, pues beber en la calle también es penalizado. “Hasta ahora las autoridades no nos han fiscalizado al respecto, pero como existe una ley es un tema que podría producirse”, indica.
Esta preocupación también es compartida por el presidente de la Cámara de de Comercio de Coyhaique, Rolf Traeger Gimeno, quien afirma que se produce otro problema que es la “contaminación fuera de los locales de no fumadores, porque las personas están tirando las colillas al piso. Estamos viendo coordinarnos con el municipio para crear una especie de ceniceros al aire libre”.
“De a poco se han ido implementando mejoras en los locales. Ahora van a implementar sistemas de calefacción en exterior durante el invierno”, para enfrentar futuras bajas temperaturas sin perder a la clientela más fiel.
Pese al desembolso económico que traerá consigo la ecuación entre ley e invierno, Traeger concluye que “la sensación es buena. Los socios bastante conformes, sobre todo los trabajadores, porque esto traerá una mejoría notable en la salud”.